lunes, 19 de mayo de 2008

Consagracion de los legionario a maria


El 31 de Mayo será la Consagración de los Legionarios a María según el método de san Luis María Grignion de Montfort. Consagrarse a María significa ponernos en sus manos, a su servicio y disposición. Y Ella nos guiará hacia Jesús. Consagrarnos a Ella significa dejarse llevar sin condiciones, sabiendo que Ella conoce mejor el camino y que podemos dormir tranquilos en sus brazos de madre. Consagrarse a María significa vivir permanentemente en su Inmaculado Corazón, dentro del Corazón divino de Jesús. Es dejar que Ella actúe por medio de nosotros. Es como prestarle nuestra lengua para que hable por nosotros y nuestro corazón para que ame a los demás por nuestro medio. En una palabra, es vivir en unión total con María para que podamos llegar a decir: Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí por medio de María. Por eso, un consagrado a María debe confiar plenamente en Ella y dejarse llevar por Ella sin condiciones.Todos sabemos que el lema del escudo del Papa Juan Pablo II era Totus tuus (todo tuyo); palabras colocadas debajo del anagrama de María. Él aprendió a consagrarse a María en los escritos de san Luis María Grignion de Montfort. Este santo propone, como el camino más rápido para llegar a la santidad y como un secreto para los más esforzados, el consagrarse a María como esclavos, es decir, entregarnos totalmente a Ella, para que por medio de Ella seamos totalmente de Jesús.
Esta doctrina de la consagración total a María, es una doctrina tan elevada y maravillosa que el diablo no quería que se publicara. Cuando san Luis María Grignion de Montfort escribió su libro Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, profetizó, inspirado por Dios, que el demonio haría todo lo posible para destruir este escrito. Dice así:Preveo claramente que muchas bestias rugientes llegan furiosas a destrozar con sus diabólicos dientes este humilde escrito y a aquel de quien el Espíritu Santo se ha servido para redactarlo, o sepultar al menos estas líneas en las tinieblas o en el silencio de un cofre a fin de que no sea publicado. Atacarán incluso a quienes lo lean y pongan en práctica .Eso fue precisamente lo que sucedió en la realidad, pues el manuscrito quedó escondido en un cofre durante los días difíciles de la Revolución francesa. Un misionero lo encontró en 1842. Pero faltaban unas 96 páginas al comienzo y no se sabe cuántas al final. Sin embargo, la providencia de Dios quiso que se conservara lo esencial de la obra, donde se habla de la esclavitud mariana para gloria de Dios y santificación de las almas

miércoles, 4 de abril de 2007

Reflexión en el Acies (Fiesta Principal de la Legion)

  1. Mirando a María de Nazaret, mirándola en la hora de la visita del ángel, nosotros nos preguntamos si es posible amar, si es posible darse a los demás, si es posible salir de uno mismo. Mirando a la muchacha de Nazaret, descubrimos que de verdad el amor es posible; que de verdad es posible liberarse, poder superar el egoísmo, poder superar la propia voluntad. Que es posible un amor que es fiel y verdadero; que es posible un amor auténtico; que es posible un amor que trae paz y alegría, un amor que acerca a las personas.

    Mirando a María de Nazaret, queremos profundizar en su experiencia, lo que Ella sintió en el corazón, en esta hora de la visita del ángel.


    Dios es Amor.

    Lo primero que la Virgen experimentó, cuando fue visitada por el ángel es que Dios es amor. En ese instante preciso de su vida, María hizo una de sus experiencias más profundas: conoció a Dios, de una manera muy real, muy concreta. Lo primero que experimentó la Madre de Jesús es que Dios es amor. No sólo que Dios nos ama, que Dios nos quiere, sino que en su realidad más profunda, más íntima, Él es amor: el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pudo dar ese sí, pudo responder “Yo soy la servidora del Señor”, justamente porque descubrió que Dios es caridad, Dios es amor.


    La cruz de Jesús revela plenitud del Amor de Dios.

    La segunda experiencia que hizo la Madre de Jesús fue descubrir en Cristo, en ése que estaba comenzando a crecer, a engendrarse dentro de Ella, la plenitud del amor de Dios. Un amor hecho carne y hecho sangre por medio de su si, por medio de su respuesta generosa. En la hora de la Anunciación, María de Nazaret descubrió misteriosamente la plenitud del amor de Dios, manifestada en Cristo Jesús, ése que comenzaba a crecer, a desarrollarse dentro de Ella. Es la mujer inundada por el amor del Corazón de Jesús, con el que Ella también colaboró de manera muy especial, para darle vida.

    En ese momento de la Anunciación, María pudo entrever, percibir, mirar a lo lejos toda la vida de Jesús. Descubrió también, de manera misteriosa, la hora de la Cruz. Jesús se hizo hombre en Ella para salvarnos, para redimirnos. La Encarnación del Hijo de Dios tenía que ver, apuntaba directamente, a la Hora de la salvación, al momento de la Cruz. Aunque María estaba lejos de vivir esa Hora, en el momento de la Anunciación, pudo percibir, intuir con todas sus fuerzas este momento único; y decir como san Pablo: Me amó y se entregó por mí. Me quiere de verdad, me quiere con locura. En éste que llevo adentro, descubro lo más valioso que Dios tiene para regalar a los hombres: su propio Hijo.

    La sed del amor.

    Lo tercero que experimentó la Madre de Jesús en la hora de la Anunciación es esta sed de amor. Diciendo que si a la vida, diciendo que si a aquel que venía de parte de Dios, dando esa respuesta única en la historia de la humanidad, María fue capaz de abrir en Ella una fuente que la acompañaría a lo largo de todo su camino de fe: el camino del amor. Asociada a Jesús, llevando a Jesús adentro, fue capaz de descubrir en Ella esta necesidad de amar, y de entregarse a los demás. Por eso vemos que después del Evangelio de la Anunciación, Ella que se pone en marcha y en camino para visitar a su prima Isabel. Cuando el ser humano hace la experiencia profunda del amor de Dios, de que Dios es amor, se despierta en él, se enciende en él esta llama del amor, de darse a los otros.

    Todo esto que experimentó la Madre de Jesús, es un camino y un programa para que nosotros los legionarios, también comencemos a experimentarlo, a vivirlo en nuestra vida.

    Manifestar el amor de Dios.

    El Papa Benedicto nos pide a los Jóvenes manifestar este amor de Dios en lugares muy concretos de nuestra vida, y eso nos deja pensando a nosotros, en nuestro encuentro. El Papa nos invita a los jóvenes a manifestar el amor de Dios en la Iglesia, en la preparación que nosotros hacemos para nuestro futuro, y en la vida cotidiana. Nosotros los legionarios queremos manifestar el amor de Dios con el estilo de la Virgen, con el estilo de María de Nazaret.

    Manifestarlo en la Iglesia. Manifestar el amor de Dios en la comunidad. No se trata sólo de hacer las cosas con amor, con cariño, sino de ser el amor. Una vocación muy profunda que nosotros, los que estamos en el ejército de la Virgen, queremos descubrir el día de hoy. Poner amor en la Iglesia de Jesús, y más que eso, ser el amor en la Iglesia de Jesús con el estilo de la Virgen, con los gestos simples, con los gestos de servicio, con los gestos de humildad. Manifestar el amor de Dios en la Iglesia.

    Manifestarlo también en el futuro que vamos preparando. Cada uno de nosotros es un futuro. Un futuro que hay que preparar, que no se puede improvisar, que no se puede quedar librado “a lo que se va dando”. Cada uno de nosotros es constructor de su propio futuro, de su propio porvenir, de su propio destino. Y porque cada uno de nosotros quiere construir el propio, los jóvenes de la Legión de María, queremos manifestar el amor de Dios, queremos ser el amor. El futuro que es la decisión fundamental de mi vida: seguir a Jesús. El futuro que es el camino que Jesús quiere que haga en mi vida, a dónde me quiere llevar Él, qué busca de mi, cuál es mi misión, para qué me estoy preparando, qué quiero ser en la vida. En todas estas preguntas que vamos respondiendo y con las que construimos nuestro futuro, debemos manifestar el amor de Dios.

    Manifestar el amor de Dios también en la vida cotidiana, en lo de todos los días, como María de Nazaret, capaz de ofrecer en cada momento el amor del Dios que hace obras grandes por nosotros, que nos levanta a los humildes, que nos salva, que nos libera. Es en la vida de todos los días, donde cada uno de nosotros, debe hacerse expresión del amor de Dios con la firma de María de Nazaret. Manifestar el amor de Dios en nuestro estudio, manifestar el amor de Dios en nuestra familia, manifestar el amor de Dios en nuestro trabajo, si ya estamos trabajando, manifestar el amor de Dios en el tiempo libre, en nuestra diversión. En la vida cotidiana somos invitados a poner, con la firma de María de Nazaret a éste Dios que es amor.
    Para eso queremos dejarnos conducir por Ella. Ella es un camino seguro, un camino corto, un camino fácil para seguir a Jesús. Un camino también para manifestar el amor. En Ella aprendemos a amar. En el testimonio de los santos también aprendemos a amar, hoy aquí, junto al corazón de Don Orione. Nos dejamos guiar por los santos y también descubrimos que el secreto del amor es dejarse transformar por Dios, dejarse iluminar por el amor de Jesús. Que así sea.

viernes, 9 de febrero de 2007

CONSIDERACIONES ADICIONALES DE ORDEN ADMINISTRATIVO:



La labor de reclutamiento (Extensión Interna) no debe limitarse a incrementar nuestro Praesidium en particular, sino que debe ser extensiva a todos los Praesidia de nuestra jurisdicción, ya sea de adultos o juveniles; Para ello debemos mantenernos informados de los diferentes días y horarios de reunión de los Praesidia, a fin de informar correctamente a los candidatos de acuerdo a la disponibilidad de su tiempo, el día y hora que mejor les acomode. Si es menester recogerlos de su casa y llevarlos al lugar de la reunión.

El Comité de Extensión es el aula donde se debe capacitar a los extensionistas, manteniendo siempre viva la ilusión de ser maestros y aprendices, todos los días de nuestra vida.
La formación se hace imposible sino va acompañada de trabajo practico, hablar de apostolado y no practicarlo resulta contraproducente (Pág. 72).

El legionario perfecto es aquel que cumple en todo fielmente con el reglamento y no precisamente aquel cuyos esfuerzos se ven coronados de tanto en tanto por algún triunfo visible. Cuanto más de adhiere uno al sistema legionario, tanto más se es socio de la Legión. (Pág. 76).

Lo que la lente es para los rayos solares, eso es la Junta para los socios, los recoge, inflama e ilumina con las Gracias Divinas (Pág. 77).

La Legión ha demostrado su capacidad para adaptarse a toda circunstancia y lugar. Si se realizan “ Modificaciones” al Reglamento, se producirán lamentables consecuencias. ( Pág. 146).

Para admitir nuevos socios no se repare en distinciones sociales ni políticas ni de raza ni de color. Aptitud es lo único exigido para ser socio.
Incorporados ya a la Legión deberá reinar una sencillez sin afectación, caridad mutua y sincera, desterrando toda distinción. Ya que el espíritu de la Legión se cifra en una caridad y simpatía intensas que, antes que irradiar su calor al exterior tiene que arder con viva y rutilante llama en el propio hogar de la Legión. (Pág. 390).

En nuestras relaciones con miembros de otras organizaciones debe existir un espíritu de camaradería y cooperación; pero esa cooperación no debe suponer una carga adicional para los legionarios de tal forma que vaya en detrimento de su propio apostolado(Pág. 391).

8. En una Curia, la Extensión legionaria la realizaban como es normal en zonas distantes de la Parroquia, formando nuevos Praesidia, con socios nuevos, y las juntas se efectuaban en casas particulares. Al ser todos legionarios en período de formación, recién estaban conociendo el Manual, no se ceñían estrictamente a el. Como consecuencia, se permitían muchas irregularidades, tales como:

· Presencia en la junta de personas ajenas.
· Interrupción de la junta por la dueña de casa, porque tenía que atender la puerta, contestar el teléfono, etc.
· Presencia de mascotas que perturbaban a los presentes.
· Querer dar ayuda material a socia con problemas.
· Agasajar a los presentes, una vez terminada la junta, etc.

Todas estas deficiencias, nunca deben ser permitidas, pues atentan contra la disciplina legionaria.

Extensión y Reclutamiento




¿Qué es extender la Legión?



Es formar nuevos Praesidia en los barrios o urbanizaciones de cada parroquia, que aún no cuentan con grupos legionarios.
La formación de nuevos Praesidia se logra por dos medios:
1) Por el desdoblamiento de un Praesidium ya existente, que tenga más de 25 socios activos que asisten puntualmente a sus juntas semanales. Este Praesidium “Madre” debe dar nacimiento a otro Praesidium, se sugiere que con la mitad de sus socios activos. Prestar mucha atención al nombramiento de oficiales del nuevo Praesidium, esta responsabilidad debe recaer en legionarios ejemplares. Se Recomienda que dos Oficiales experimentados del Praesidium “Madre” pasen como Oficiales del nuevo Praesidium (No necesariamente en los cargos en que se venían desempeñando). La curia nombrará a nuevos oficiales para cubrir los cargos que queden vacantes.
2) Por la Formación de un Nuevo Praesidium.- reclutando nuevos socios activos por trabajo del Comité de Extensión. Este será el resultado de un trabajo ordenado y coordinado siguiendo los pasos adecuados.

Formado por dos delegados de cada Praesidium de la Curia.


En este ejemplo, el comité de extensión tendrá 18 miembros.

- En el ejemplo La Curia tiene 9 Praesidia afiliados.
- Se observa que el Comité de extensión está bajo la Autoridad y supervisión de la Curia, por lo cual le debe obediencia.
- El Comité de Extensión está conformado por la suma de los dos delegados de cada Praesidium, y está dirigido por un Coordinador (de preferencia que no sea oficial de Curia) designado por la oficialidad del Consejo.
La directiva del Comité de Extensión contará además con un Sub – coordinador y una secretaria, ambos serán elegidos entre los delegados extensionistas del Comité de Extensión.

Procedimiento General del Trabajo de Extensión

Los Oficiales de la Curia, la Directiva del Comité de Extensión y el Párroco o Director Espiritual, constituyen EL CEREBRO DE LA EXTENSIÓN, todos estos en equipo, confeccionarán los planes de trabajo (puede ser durante la reunión Pre-curial).
Determinarán los lugares de la Parroquia donde aún no hay Legión de María, a fin de trabajar en dichas zonas.

a. La directiva del Comité de Extensión capacitará a todos los delegados extensionistas, buscando en primera instancia interesarlos vivamente en la labor de extensión y los formará y preparará, básicamente mediante un estudio permanente del Manual y su reglamento, como también reforzando este aprendizaje mediante charlas dirigidas por legionarios experimentados.
Es conveniente, que para elegir a los delegados extensionistas de cada Praesidium, se recurra en primera instancia a los socios pretorianos.

b. En la reunión mensual de Curia se dará a conocer públicamente el Plan y zonas donde se va a trabajar la extensión.

c. Fijadas las zonas, se forma sub. – grupos de trabajo, con un número promedio de seis extensionistas cada uno, para que empiecen a trabajar simultáneamente en distintas zonas, formando los nuevo Praesidia hasta lograrlo (digamos en el lapso de seis meses), se realiza luego la fundación y se procede a afiliarlos a la Curia correspondiente.


d. La Directiva del Comité de Extensión, con el apoyo del Párroco al finalizar las misas dominicales, anunciarán a los feligreses que serán visitados en sus hogares por los legionarios, para hacerles conocer el carisma de la Legión de María, mediante las visitas ganaremos nuevos devotos de Jesús y la Virgen María para integrarlos como soldados en los nuevos Praesidia que se han de formar. También se acercarán a los colegios, para conversar con los directores de los centros educativos, a fin de que les autoricen visitar a los alumnos en horas convenientes, para explicarles y así eventualmente formar Praesidia juveniles y de intermedios.

Como se observa del Organigrama, cada Praesidium designará a dos socios activos ( mejor si son pretorianos) como extensionistas, los cuales irán a conformar el Comité de Extensión de la Curia.
Los extensionistas, dentro de sus labores PRIORIZARAN el reclutamiento en los hogares de la Jurisdicción parroquial que previamente les ha señalado el Comité de Extensión.

El Presidente del Praesidium ,en el punto 16 asignación de trabajo, asignará en la Junta Semanal el trabajo de Extensión a sus dos delegados, anotando además en su cuaderno que harán la labor de Extensión, bajo la dirección del Comité de Extensión. A la semana siguiente, los extensionistas informarán al Presidente del Praesidium en el punto 8 Informe de Socios, sobre la Extensión desarrollada, lo cual se anotará en el acta semanal del Praesidium.

Repito: No se permitirá que ningún socio por cuenta y riesgo propio, pretenda construir nuevas Praesidia. La extensión siempre se llevara a cabo en forma organizada y coordinada por el Comité de Extensión.

El Comité de Extensión de la Curia se reunirá cada mes, en el lugar, día y horario prefijado, para recepcionar el informe de trabajo de los Sub – grupos, lo cual se anotará en el libro correspondiente, y de acuerdo a los informes de trabajo presentados, se elaborará el informe del Comité de Extensión que será presentado y leído en la Junta mensual de Curia.
Luego del informe de los Sub- grupos. La directiva del Comité dará las instrucciones pertinentes a fin de alcanzar las metas propuestas.

En el informe que presenta el Coordinador de Extensión en la Junta mensual de su Consejo, informará sobre el progreso de la extensión externa; dando detalle de número de nuevos socios reclutados, nombre que se ha dado al Praesidium en formación, etc. Todo lo cual constara en el acta del Consejo.

A su vez el Comitium en sus actas hará constar los avances del trabajo de extensión de sus Curiae afiliados; de esta manera transmitirá la información al Consejo Nacional y este a su vez al Consejo Supremo Concilium Legionis.

Recordar que los trabajos de apoyo que realiza una Curia a algunos de sus Praesidia que esta flaqueando, NO constituye trabajo de extensión, es un TRABAJO DE APOYO y será realizado por legionarios experimentados, delegados para este fin por los Oficiales de Curia, a quienes se remitirá luego el informe de su labor, y en equipo se coordinará las correcciones necesarias.
evitar el reclutamiento de personas ancianas como socios activos, ellos pueden ser socios auxiliares.

jueves, 14 de diciembre de 2006

CONSIDERACIONES ADICIONALES DE ORDEN ESPIRITUAL (Manual Nuevo):

No debéis rehuir trabajos y fatigas ( 2 Cor. 11, 27) Pág. 8
No escasearán ocasiones para poner en práctica un heroísmo callado, pero no por eso menos verdadero: miradas aviesas, afrenta, desprecio, ridículo, insultos, cansancio del cuerpo y del espíritu, fracaso, ingratitud, frió intenso, calor socofante, malos olores, problemas personales, etc.
Solo pregúntate: ¿Cómo pagare al Señor todo el bien que me ha hecho? (Salmo 116. 12)
Así sabrás que siempre resultamos deudores ante Dios. Subamos con Jesús y con María al Calvario, que tan sólo un poco más arriba esta la Gloria.

El motivo que debe animar a los legionarios a la perseverancia, lo expresa Monseñor R. H. Benson en los siguientes términos: “Si el pecador se limitase con su pecado a arrojar a Cristo de sí, podríamos tal vez consentirle marchar. Pero es que, en frase aterradora de las Sagradas Escrituras – El pecador toma a Cristo en sus manos y vuelve a crucificarle, haciendo burla de El (Hb. 6 , 6).- y esto de ninguna manera podemos consentirlo” ( Pág. 335).
Nadie es tan perverso que no pueda ser rehabilitado y tampoco nadie es demasiado bueno ( Pág. 349).
Nunca hay razón para desanimarse, impedir aunque sea un sólo pecado grave , justificará los más arduos esfuerzos de un legionario, aún durante toda su vida. Puede ser que ese pecado impedido determine el destino eterno de esa alma ( Pág. 356).
Debemos recordar que la obra del Señor siempre llevará el signo distintivo de la cruz. Si no lo lleva, difícilmente podrá acreditarse como obra sobrenatural, y en consecuencia nunca será verdaderamente fructífera. El triunfar es una dicha, pero el fracaso no es más que el aplazamiento del triunfo ( Pág. 358).
Solo la falta de confianza puede malograr el feliz resultado del trabajo legionario. Si tenemos Fé, Dios se servirá de nosotros en la conquista del mundo para gloria suya y felicidad nuestra. (Pág. 11)
A María no le corresponde suplir lo que el legionario no quiere dar, Ella nunca falla, la suerte de la empresa está en manos del legionario (Pág. 33).

El gran mandamiento del amor nos dice “ Amaras a tu prójimo como a ti mismo” (Lc. 19, 18), y una manera de dar amor es compartiendo todo ese caudal de gracias que hemos recibido del Señor y transmitir esa paz que hemos encontrado sirviendo a Dios en las filas de la Legión de María.
El legionario debe aportar: Oración, testimonio de vida, sacrificio, entrega y conocimiento del Manual.
En general, no hay lugar alguno en donde no se puedan reclutar socios para la Legión ( Pág. 215).
Nunca han sido los desocupados quienes han realizado la obra de la Iglesia.
¿No afirma San Juan Crisóstomo que jamás pudo convencerse de que se salvarían los que nunca habían hecho nada por salvar al prójimo? ( Pág. 217).
Si en una localidad hay realmente dificultad para encontrar socios, esto es señal del bajo nivel espiritual, esto lejos de justificar el cruzarse de brazos o desanimarse, nos muestra la palpable necesidad de fundar la Legión en esa localidad, a fin de que sea la levadura buena que fermentará toda la masa.
Basta sólo: cinco o seis miembros para formar un Praesidium, una vez entregados de llenos, estos pocos al trabajo con perfecto conocimiento de sus obligaciones, no tardarán en hallar y alistar a otras personas igualmente aptas.
La experiencia ha demostrado que aquellos socios que han tenido valor para atacar el hielo de la indiferencia han logrado derretirlo, y resolver dificultades más serias que no se veía, y eran la causa de tanta frialdad.
(Pág. 216).
Legionario miles de almas se pierden porque no te preocupas en acercarlas a Jesús y a María, y la causa de esta desgracia es esa miserable e indigna caricatura que tenemos la osadía de llamar “ Devoción a la Santísima Virgen”, Dios nos está urgiendo a que tengamos a su bendita Madre una devoción más profunda. Probadlo y quedarás atónito al comprobar la eficacia de esta renovada devoción.
Todos somos siervos inútiles, pero servimos a un Maestro que es muy buen administrador, y no deja que se pierda nada, ni siquiera una gota de sudor de nuestra frente. Ten de tanto en tanto, recuerdo voluntario de tu consagración a la Santa Madre, dale calor y viveza con tus acciones y jaculatorias, tenla siempre presente al menos de una manera general y Ella ejercerá influencia real y absoluta en todas las circunstancias de tu vida.

San Juan Bautista como precursor fue delante del Señor para prepararle el camino y enderezar las sendas, fue también modelo de inquebrantable firmeza por la causa de Jesucristo por la que estuvo siempre pronto a morir y por la cual de hecho murió mártir. (Pág. 166)
El legionario debe vivir su apostolado a imitación de San Juan Bautista, preparando el camino y enderezando las sendas, para el encuentro de esa alma con Cristo nuestro Señor.

El fruto de la lealtad es la obediencia, y la obediencia se prueba con prontitud y buen animo en situaciones y decisiones desagradables y más aún aceptarlas con alegría – obediencia tan pronta y de corazón siempre cuesta, suele rayar en el heroísmo e incluso en el mismo martirio.
En conclusión la obediencia puede llegar a exigir un sacrificio parecido al martirio y es esta heróica y dulce sumisión, la que la Legión exige a sus socios ante toda autoridad legítima.
La obediencia es EL ALMA de todo gobierno, desobedecer es asestarle un golpe fatal. Pero el hilo de la vida legionaria se rompe con menos aún que la simple trasgresión voluntaria. Para aislar los Praesidia y los Consejos de la gran corriente vital de la Legión basta que sus respectivos oficiales descuiden sus deberes de asistir a sus juntas, o de mantener correspondencia con las autoridades legionarias también es destructora la actuación de oficiales y socios que cuando asisten a las juntas, crea la desunión por cualquier motivo que sea.( Pág.198 –199).

En todas partes sin excepción, hay necesidad de un apostolado legionario intenso; uno para encausar a los cristianos en el desarrollo de su vida apostólica, segundo para cuidar que los que viven su apostolado, no degeneren en rutina o materialismo, y tercero para socorrer a los que viven sumidos en la miseria o encenegados en el vicio. ( Pág. 214). Seria intolerable hacer limitaciones. Debemos animar a la perfección a todas esas multitudes que son también llamadas a la santidad, pero se contentan con cumplir lo más esencial de sus obligaciones cristianas. Afirma el Padre Fáber que un santo vale por un millón de católicos mediocres, y Santa Teresa dice que una sola alma todavía no santa, pero que trabaja para serlo, es más preciosa a los ojos de Dios que miles de almas que llevan una vida rutinaria. ( Pág. 348 –349).
San Carlos Borroneo solía decir que una sola alma es suficiente diócesis para un Obispo. Santa magdalena Sofía Barat, además de innumerables entrevistas, escribió unas 200 cartas a una sola alma rebelde.
¿Cuántos legionarios han porfiado diez o más años en ir tras determinadas almas, y todavía las están persiguiendo?
Hemos de ser celosos y perseverantes, animándoles SIEMPRE a ser mejores ( Pág. 221).
Estas son obras, por desgracia demasiado descuidadas, para vergüenza del nombre de católico (Pág. 280).
¿Acaso dejamos la cosecha sin recoger sólo por que alguna mano torpe pueda estropear algunas espigas? La Legión no ha tenido que lamentar ninguna falta grave de discreción y confiamos por la misericordia de Dios que no habrá motivo para temerla en lo futuro ( Pág. 222).
En los comienzos siempre habrá obstáculos. De lejos un bosque parece cerrado e impenetrable, pero es de fácil acceso en cuanto nos acercamos a el ( Pág. 222).
El solemne mandato de Jesús “ Id por todo el mundo y predicad el evangelio a todas las criaturas” ( Mc. 16, 15), son palabras que destacan la nota más alta de la Fe cristiana, pero desgraciadamente muchos no la escuchan ni la practican, basta dar una ojeada enrededor nuestro.
Cuando Cristo dijo: “ A todas las criaturas”, quiso decir a TODAS, que esa sangre preciosa llegue a tocar a todos y a cada uno por los que se derramó tan pródigamente. Esta es nuestra misión cristiana y legionaria, acercarnos a todos los hombres, en todas partes: A los más pequeños, a los más notables, a los cercanos, a los alejados, a la gente sencilla, a los hombres más malvados, a la choza remota, a todos los afligidos, a los de entraña diabólica, al faro más solitario, a la “ Magdalena”, al leproso, a los olvidados, a las victimas del vicio y de la bebida, a los delincuentes, a los que viven en cuevas o en caravanas a los empeñados en contiendas militares, a los que se esconden, a sitios no frecuentados, a los despojos de la humanidad, al tugurio más oculto, al desierto quemado por el sol, a la selva más espesa, a la tenebrosa marisma, a la isla desconocida, a la tribu ignorada, en fin hasta lo más recóndito, para ver si alguien existe allí. ¡nadie se escape a nuestra búsqueda, para que no veamos severo el rostro del bondadoso Jesús!(Pág. 366 – 367)
Fijémonos bien: nuestro Señor no manda que convirtamos a todos, pero SI que nos acerquemos a ellos. Lo primero no está a nuestro alcance, pero lo segundo si. Nuestro Señor no manda que demos pasos inútiles, ¿ Quien sabe? A lo mejor se avivan los fuegos de Pentecostés. ( Pág. 368).
Los legionarios debemos trabajar con ardor, a fin de no permitir que Herodes establezca su trono en los corazones, mientras que el Señor y su Bendita Madre, quedan relegados para siempre a un miserable establo
(Pág. 218). La regla es breve: difúndase la frecuencia de los sacramentos y la práctica de las devociones populares y se derretirá el pecado ante sus mismos ojos; basta con abrir brecha en un punto cualquiera ( Pág. 370). Si no nos apresuramos, salvaremos tal vez a otros hombres, pero no a esos que se habrán hundido ya en el abismo de la eternidad. ¿Cómo van a entender la verdad si nadie se la enseña? ( He. 8, 30-31) ( Pág. 373).
La Fe católica, aún en su exposición más sencilla, posee y blande unan espada fulgurante cuya eficacia está expresada en estas valientes palabras de Newman: “ siento vibrar en mí intensamente el poder conquistador de la verdad, de aquella verdad que lleva la bendición de Dios; una verdad cuyo dominio podrá retardar Satanás, más nunca impedir”.
Nada de enojos, de polémicas o imposiciones, toda palabra respire humildad, cariño, sinceridad. Y las acciones lo mismo que las palabras deben hacer resaltar esta verdad esencial ( Pág. 374). Tengamos en cuenta que la religión es cuestión de captarla más que de aprenderla: es una llama que prende fuego de una persona a otra , se difunde por el amor y no de otro modo. La aceptamos solamente de manos de aquellos que se portan con nosotros como amigos.
A los católicos afligidos por ansiedades, penas o sufrimientos de cualquier género, el legionario les aconsejará que recen, o que lean algún libro capaz de consolarlos; les hablará del amor de Dios, de la maternidad de María, con el deseo de animarlos y endulzar sus penas. Lo mismo se puede hacer con los no católicos, en los frecuentes periodos de prueba que agitan su vida ( Pág. 375-376).
Cada católico de convicción, por imperfecto que sea su conocimiento de la Fe posee una especie de cuadro mental de la misma, y también posee el poder de comunicar a la mente ajena lo que hay en su propia mente ( Pág. 386).
Es imposible irradiar la luz de nuestra Fe si no es en unión con María; donde Ella no actúa, los esfuerzos son como electricidad sin lámpara ( Pág. 387). Un apostolado indefinido es de muy poco valor (Pág. 349),
No le quepa a nadie la menor duda, en todas partes hay sitio de sobra para la Legión, lo que pasa es que todavía no se ha hecho el trabajo que debería hacerse( Pág. 219). El mal proviene de que nadie hace más de lo que es de estricta obligación ( Pág. 220), pero tarde o temprano los legionarios tendrán que acometer los trabajos más difíciles ( Pág. 361).

La Legión encarna sus ideales de conquista en una vida espiritual determinada, en una forma concreta de oración, en un trabajo semanal bien precisado, en informes semanales detallados y en un éxito comprobado que tiene su fundamento en el principio vital de su unión con María. ( Pág. 218).

Hacia los pastores de la Iglesia, se habrá de mostrar el amor filial que se les debe como padres y pastores espirituales. Los legionarios compartirán sus inquietudes y les ayudarán además de su trabajo legionario, con sus oraciones(Pág. 391).
Nota.- Jamás se permitirán los legionarios: Tomarse confianza excesiva, hacer bromas de doble sentido, poner apodos, propagar chismes o murmuraciones, etc. Respeto absoluto en toda circunstancia.